martes, 20 de noviembre de 2012

CARTA A MARIA, LA ENFERMERA DE RYAN


Tengo cincuenta y ocho años y como tú soy enfermero del sistema público de sanidad desde hace más de treinta.


¡Animo compañera! Has tenido un error, como todos hemos cometido; lo malo es que tú, que nosotros, no trabajamos con papeles, con tornillos, con cosas, lo hacemos con personas y escogimos voluntariamente esta actividad llevados de nuestro deseo de ayudar a los demás a mantener su salud, de luchar por mejorar las condiciones de vida o en último extremo por evitar el dolor.

Y te equivocaste, ¡cómo es posible!, dicen algunos basándose precisamente en que como trabajamos con personas tenemos que extremar la atención y el cuidado. Lo que nadie puede imaginar es cuánta atención y cuidado has tenido que poner cada uno de los días que has trabajado cuidando pacientes; cuántas veces has revisado lo que ibas a hacer; cuántas carreras has tenido que dar para poder atender a tus pacientes por falta de compañer@s suficientes; cuántas veces has tenido que cambiar de destino, siempre con la amenaza encubierta de la no renovación de contrato, siempre esforzándote por hacerlo todo bien aunque superase lo lógico, y a pesar de todo eso, cuántas caricias y ánimos has prodigado; cuánto aprendizaje has ido acumulando a pie de cama.

¡¡¡HIPOCRITAS!!! Dicen que cometiste un error terrorífico. ES MENTIRA. Tú tuviste una equivocación, te equivocaste, desgraciadamente, y es seguro que nadie en esta historia está más destrozada que tú y la familia afectada.

¡¡EL ERROR TERRORIFICO LO COMETIERON Y LO COMETEN ELLOS!! los que han llevado al deterioro de la sanidad pública, la de todos, y quieren hundirla aún más para entregarla a manos del negocio privado.

Los que obviando, ellos sí, que trabajamos con personas, no han aumentado las plantillas a pesar de que la población ha crecido y mucho, a fin de abaratar costes.

Los que obviando, ellos sí, que la precariedad en el empleo es fuente del aumento de accidentes de todo tipo, vienen firmando contratos temporales constantes a quienes se incorporan al mundo sanitario, a fin de evitar que se consoliden sus derechos, de que puedan decir no a órdenes carentes de rigor profesional (hoy a cardiología, mañana a trauma, anteayer en medicina interna), los que tratan la salud de los ciudadanos como si estuvieran en una fábrica de tornillos, no en un hospital de todos, para todos y pagado por todos.

Los que obviando, ellos sí, que también son médic@s, enfermer@s, acatan directrices de los dirigentes políticos contra la dignidad de unas profesiones a las que deberían todo el respeto, contra la calidad de la atención a la que todos tenemos derecho, dando órdenes, aceptando malos materiales, asistiendo impasibles al desmantelamiento de los centros públicos desde los diferentes puestos de responsabilidad, logrados a dedo y que mantienen con silencios cómplices y culpables.

Los que obviando, ellos sí, que no son, o deberían ser, sino representantes de la enfermería, se llevan ahora las manos a la cabeza espantados de cómo te han atacado, cuando no han sabido luchar ni movilizar al colectivo en pos de unas condiciones dignas de trabajo y de contratación para ti y para miles como tú, sino que han permanecido en un ignominioso silencio cómplice, permitiéndolo todo, aceptando tus cambios constantes y los de otros miles de puesto de trabajo. Callando ante la privatización de la sanidad de todos, y apareciendo sólo con fugaces lavados de cara. Y todo eso, por qué, a cambio de qué. Seguro que ellos sí que lo saben. Lo más fácil es que ahora empiecen a organizar cursos subvencionados con sustanciosos beneficios, sin que a la postre peleen por mejorar las condiciones de trabajo y la atención a los pacientes.

A TODOS ELLOS LES INVITO A QUE DIMITAN, y se vengan al bando de los hombres y mujeres que consideramos que lo más importante son las personas, no el detentar puestos de poder o los beneficios a obtener en los negocios ya sean sucios o limpios.



¡¡¡TODOS ELLOS SON LOS QUE HAN COMETIDO UN ERROR TERRORÍFICO Y PLANIFICADO!!! No tú, María. Te repito, tú te equivocaste.

Tú, que probablemente fuiste la última persona en acariciar con ternura a Ryan, antes de cerrar la incubadora.

ANIMO ENFERMERA MARIA.



Juanjo Moreno

Enfermero del Hospital Virgen de la Torre

Afiliado del Sindicato Asambleario de Sanidad de Madrid (SAS

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